Control de Zoonosis: TAA en centros de protección animal
Cada vez es más frecuente la implementación de proyectos de terapia y educación asistida con animales en centros de rescate y protección animal, concretamente en España, se desarrollan mayoritariamente en protectoras de animales de compañía (perros y gatos).
El hecho de incorporar en estos contextos a colectivos humanos en situación de vulnerabilidad y/o con necesidades especiales, implica la necesidad de elaborar un plan de control de zoonosis específico donde contemplaremos las medidas a adoptar, los instrumentos de control y recogida de información, periodicidad, etc.
Una zoonosis es cualquier enfermedad que puede transmitirse de animales a seres humanos, por ello el control de enfermedades en TAA en contextos de protección es sumamente importante.
Para asegurarnos del buen estado de los animales del albergue, en este caso, perros y gatos que participarán en las sesiones de TAA, es indispensable tener al día:
-Vacunas.
–Desparasitaciones internas para eliminar a los parásitos gastrointestinales alojados en el sistema digestivo de los animales que pueden provocarles enfermedades graves y son una fuente importante de zoonosis para los usuarios de TAA. .
-Desparasitaciones externas para deshacernos de parásitos externos (garrapatas, pulgas, piojos)
-Analítica de sangre, son recomendables una vez al año, para poder controlar la salud del animal. En ellas siempre tienen que estar presentes los test de las enfermedades más comunes en nuestra comunidad, entre ellas la Leishmania en perros.
-Análisis de heces: los análisis de heces son necesarios para asegurarnos de que el animal con el que trabajamos no está infectado por parásitos internos y no está desprendiendo huevos ni larvas en sus heces con las que podamos infectarnos a la hora de trabajar en TAA.
Con estas medidas evitaremos la transmisión de enfermedades tales como:
- Enfermedades Fúngicas (Tiña, hongos…)
- Enfermedades Parasitarias (Pulgas, garrapatas, leishmaniosis, sarna sarcóptica, toxoplasmosis….)
- Enfermedades Bacteriológicas (Leptospirosis, babesia, rickettsia…)
- Enfermedades Víricas (Rabia).
Así mismo, es aconsejable realizar analíticas de aguas residuales y potables del centro de protección animal, al igual que estudios sobre la desinfección de zonas comunes y jaulas.