PEQUEÑOS MAMÍFEROS, LOS GRANDES OLVIDADOS

La  Terapia asistida con animales se relaciona normalmente con perros,  caballos o delfines, pero la variedad de animales que pueden intervenir en las mismas es muy amplia, este es el caso de animales de granja: cerdos, gallinas, vacas y roedores entre otros. En este artículo nos centraremos en los pequeños mamíferos ya que pueden ser una interesante alternativa de intervención con resultados muy positivos.

Decantarse por estos animales posee grandes ventajas:

– Bajo coste de mantenimiento.

– Menores necesidades de ejercicio y tiempo de dedicación que otros animales aunque también requieren de una atención, cuidados  y afecto diarios.

– Fáciles de transportar ya que aunque se pueden encontrar en granjas, hoy en día existe un aumento de estos pequeños animales de compañía en los hogares e incluso con una rigurosa supervisión y cuidados necesarios, pueden vivir en los mismos centros donde se realizan las terapias.

– Son animales muy inteligentes y sociables, capaces de aprender una gran variedad de trucos y de interactuar con las personas.

– Existe una gran variedad de roedores por lo que la elección de la especie se puede adaptar a los objetivos a conseguir.

Entre los pequeños mamíferos más sociables que buscan el contacto humano y disfrutan con él se encuentran el conejo, conejillo de Indias, hurón y rata entre otras, pero también aceptan el contacto los ratones, jerbos, chinchillas, degús y hámsters aunque estas últimas requieren de un mayor entrenamiento y socialización.

Los beneficios del uso de estos animales en las terapias, son numerosos, pero destacan las grandes posibilidades a nivel psicomotor ya que debido a su pequeño tamaño todos los ejercicios han de ser mucho más precisos que con animales más grandes. Se disminuye la sensación de miedo en muchos casos, notando una mayor seguridad debido a su tamaño. También pueden ser muy útiles como sustitutos de perros u otros animales en caso de alergia, ya que al igual que los anteriores el acariciado de los mismos produce relajación disminuyendo así la presión arterial y son ideales para trabajar en el regazo. Además aportan una novedad ya que la mayoría de los beneficiarios están más acostumbrados a un contacto con perros que con roedores, aumentando de esta forma su interés.

También se puede trabajar la responsabilidad mediante el cuidado de los mismos, realizando tareas básicas para su mantenimiento. La interacción con estas mascotas también contribuye a mejorar el estado de ánimo, facilita la comunicación interpersonal, aumenta la autoestima, protegen contra la soledad, sirven como vinculo para empatizar, disminuir la sensación de aislamiento en un entorno institucionalizado, etc.

Las terapias asistidas con pequeños mamíferos, al igual que el resto de terapias asistidas con animales requieren de un equipo multidisciplinar con formación específica y unos objetivos individualizados para cada paciente, donde el animal este protegido y también se beneficie del proceso.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta