INTEGRACIÓN SENSORIAL EN TERAPIAS ASISTIDAS CON ANIMALES
La Integración sensorial es la capacidad que posee el SNC de interpretar y organizar las informaciones captadas por los diversos órganos sensoriales del cuerpo, dichas informaciones recibidas por el cerebro son analizadas y utilizadas para permitirnos entrar en contacto con nuestro ambiente y responder adecuadamente.
El enfoque de la Integración Sensorial de la Dra. Jean Ayres se basa en el trabajo con nuestros sentidos y en su correcta integración, con la finalidad de dar una respuesta adaptativa y funcional.
Además de los cinco sentidos más conocidos (oído, vista, gusto, tacto y olfato), el enfoque de la integración sensorial considera el sentido vestibular y el propioceptivo indispensables para la correcta integración de los estímulos.
La integración sensorial puede ir dirigida a diversos colectivos, entre ellos: niños/as con dificultades aprendizaje, TDA, TDAH, TGD, Trastornos del lenguaje, ciertas cromosomopatías, déficit auditivo y/o visual, colectivos de riesgo o vulnerables (nacimientos traumáticos, prematuridad, exposición a drogas, PCI, esquizofrenia, traumatismos…) población normal con disfunción sensorial, etc.
Desde la Terapia Asistida con Animales podemos trabajar la integración sensorial, incorporando los beneficios que nos reportan los animales destacando el efecto motivador y el aumento de atención y concentración que proporcionan.
La presencia del animal fomenta el aprendizaje y la integración de los estímulos, siendo un elemento enriquecedor en el entorno.
“En el curso de mis investigaciones y entrevistas, he comprobado que entre los animales y los niños se forma un vínculo especial que contribuye a un aprendizaje saludable. Desde el momento en que el niño o la niña se encuentra con el animal, éste le servirá de maestro, amigo y terapeuta”. Ruckert (2.007)
Un aspecto importante a destacar para lograr un buen desarrollo de la integración sensorial en las Terapias Asistidas con Animales se basa en que es el usuario o paciente el que aprende, experimenta, prueba y unifica sus propias habilidades consiguiendo con esto una respuesta adaptativa integral, que reporta beneficios extrapolables a todas sus áreas de ejecución.
El contacto estrecho con los co-terapeutas mediante las caricias no solo fomenta el vínculo sino que nos permite trabajar la discriminación de texturas que presenta en las diferentes partes del cuerpo el animal, su temperatura y su esquema corporal, entre ostros aspectos..
La discriminación de objetos por ejemplo se logra al buscar los utensilios que vamos a emplear (cepillos, manoplas…) en las alforjas de los co-terapeutas que van rellenas de otros materiales.
El circuito de Agility también es una herramienta útil desde el punto de vista de la integración sensorial en el cual se pueden añadir más elementos propios de un aula de integración. Permitiéndonos trabajar desde aspectos físicos (como el control corporal, equilibrio, propiocepción, motricidad gruesa, coordinación, lateralidad, etc.,) aspectos cognitivos (como la atención, concentración, memoria, razonamiento, etc.), hasta aspectos educativos como números, formas, colores.
La terapia asistida con animales nos permite realizar un trabajo completo de todos los sentidos, algunos de ellos mencionados anteriormente, para un abordaje terapéutico desde integración sensorial.
“El aprendizaje depende de la integridad de todos los sistemas sensoriales” Jean Ayres