EL PROYECTO DEL MES “IT´S DONKEY TIME!”
Este mes hemos seleccionado el proyecto “It´s Donkey Time!” de terapia asistida con burros que la asociación “Friends of Homeless Dogs” está llevando a cabo en Bucarest, Rumania. El proyecto va dirigido a niños/as huérfanos/as con discapacidad que viven en el Centro Don Orione de la ciudad. Se trata de un proyecto pionero en el país que pretende convertirse en una referencia para otras organizaciones, ofreciendo un método de intervención innovador y complementario a otros abordajes terapéuticos.
Para poder llevar a cabo esta iniciativa sin precedentes en Rumania, se ha contado con la cooperación de varias organizaciones benéficas que han hecho posible que se construya en el mismo orfanato unas instalaciones para albergar a los burros participantes en el proyecto.
Los residentes del Centro Don Orione son 17 huérfanos afectados por diferentes discapacidades: Síndrome de Down, paraplejia y tetraplejia asociadas a retraso mental profundo. El centro recibe igualmente visitas semanales de un gran número de niños autistas de otros orfanatos públicos cercanos. Se contempla también como beneficiarios indirectos a personas de la 3ª edad que se encuentran en una institución vecina al centro.
Cabe destacar la difícil situación de los huérfanos en Rumanía debido a la falta de medios así como también el hecho de que los burros son ampliamente utilizados como animales de trabajo y en muchas ocasiones no son atendidos de forma adecuada. Partiendo de esta realidad, el proyecto persigue un doble objetivo, beneficiar no sólo al colectivo humano sino también a los animales involucrados. Se han seleccionado 4 burros por su carácter equilibrado y alta sociabilidad con personas provenientes del refugio “Save the dogs” ubicado en Cernavoda y que han sido rescatados del maltrato y/o abandono, convirtiéndolos en valiosos co-terapeutas. De esta manera, el proyecto “It´s Donkey Time!” es un proyecto de intervención con un enfoque de ayuda mutua que cuenta con un gran número de beneficiarios tanto directos como indirectos.
El proyecto cuenta con un equipo multidisciplinar con formación específica en la materia así como también con un veterinario que examina a los burros periódicamente para comprobar su estado de salud y niveles de estrés.
Partiendo de la interacción con los burros, el vínculo que se establece con el animal co-terapeuta es un elemento clave para la consecución de objetivos individualizados. La introducción de estos animales que desarrollan un papel activo en la intervención resulta un estímulo psicológico positivo mejorando de manera considerable la calidad de vida de estos niños/as.
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