Coaching social Asistido con Animales
En la actualidad el concepto de coaching está ganando protagonismo a nivel académico, empresarial y social entre otros. El coaching nació en Estados Unidos con el objetivo de aumentar el rendimiento individual de los profesionales del deporte, pero se ha ido extrapolando a diversos campos y adquiriendo nuevas modalidades. Una de estas modalidades en incremento es el coaching social asistido con animales, usualmente con caballos debido a la facilidad con la que estos captan nuestra energía y como despiertan emociones.
El coaching social con animales es una relación de ayuda entre un tutor (coach) y un beneficiario (coachee), en la que mediante el contacto con animales se incrementan y potencian las habilidades del coachee para que este logre sus metas y objetivos. A diferencia de otras modalidades el coaching no dice a la gente lo que hacer, sino que consiste en ayudarles a aprender, a descubrir sus potencialidades ya existentes que no se han sabido aprovechar. Se centra en las posibilidades del futuro en lugar de en los errores del pasado o el rendimiento actual.
En el coaching el aprendizaje no es un proceso simplemente intelectual, también es emocional, siendo los animales expertos en la comunicación no verbal. Además estos aumentan de manera natural la motivación y aceleran la confianza con el coach, fundamental para un buen clima relacional. Trabajar directamente con el animal hace que el aprendizaje sea más rápido y eficaz al actuar de manera práctica mediante ensayo y error, proporcionando estrategias para la resolución de conflictos y potenciando la toma de decisiones. El equipo profesional debe ayudar a transferir lo aprendido a la vida diaria.
El objetivo del coaching asistido con animales es ayudar a la persona o a un grupo a mejorar su rendimiento y bienestar, logrando por sí mismos sus metas. Pese a que es más conocido el profesional o directivo, el social se centra específicamente en el desarrollo de habilidades que faciliten a la persona una relación sana y fructífera con su entorno, fortaleciendo su propia imagen y encaminando sus recursos hacia sus metas afectivas, relacionales, de aumento de autonomía, resolución de conflictos, etc.
Como cualquier disciplina requiere de un equipo técnico multidisciplinar con formación específica y una metodología. La metodología básica del coaching con animales se basa en la conversación y el dialogo entre el coach y el coachee mientras se interactúa con el animal con un plan de acción dirigido a un objetivo concreto. Es un proceso ordenado y planificado con preguntas abiertas que inviten a la reflexión, generando nuevos puntos de vista que desmonten falsas creencias o ayuden a construir nuevas ideas, creando una respuesta emocional. El animal interviene activamente en estos ejercicios prácticos siendo las reacciones de este un feedback inmediato, espontáneo y sincero, carente de prejuicios. La devolución de información debe ser multidireccional por lo que tras el del animal el coach debe dar un feedback constructivo de los progresos y de las áreas a mejorar, así como escuchar al coachee. Es imprescindible la confianza e intimidad entre el coach, el animal y el cliente, creando un entorno seguro que contribuya al respeto y confianza mutuos.
Algunos ejercicios habituales en el coaching con animales son pequeños circuitos, ordenes y desplazamientos donde el beneficiario tiene que ser capaz de conducir al animal mediante sus habilidades y creatividad, controlando su lenguaje corporal y estado emocional, en muchas ocasiones incluso sin llegar a tocarlos. Otros de los beneficios son que potencia la toma de decisiones y mejora la comunicación (también la no verbal). Además se incrementa la sensación de libertad, incluida la del animal ya que no va atado y se mueve libremente durante los ejercicios y en el caso de caballo no suelen ser montados, al mismo tiempo que el contacto con la naturaleza nos relaja. La relación con el animal deja al descubierto nuestras habilidades y debilidades, a la vez que favorece la empatía hacia personas y animales.
Actualmente está cobrando más fuerza el coaching por equipos, rompiendo el dominio de la práctica individual y donde el animal contribuye a la cohesión del grupo. En el coaching por equipos, la individualización debe seguir siendo importante, ajustándose a las posibilidades y limitaciones de cada participante. Para ello es fundamental la selección adecuada del animal o animales para que se adapten a las necesidades especificas de cada beneficiario, colectivo y objetivos a conseguir, teniendo en cuenta factores como el temperamento del ejemplar, el nivel de doma o adiestramiento, entre otros. El animal de coaching tiene que ser sociable, no siendo prioritaria su raza. Es importante garantizar el bienestar animal y las buenas prácticas predominando una relación de afecto y respeto.